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Seis siglos de historia

Siendo la cofradía actual el fruto de fusiones y hermanamientos durante estos seis siglos de vida de otras varias cofradías, su patrimonio antiguo ha sufrido los avatares de la historia de las propias cofradías originales. Penurias económicas y los efectos del espíritu ilustrado y de las medidas liberales y desamortizadoras del siglo XIX la dejaron sumida, como a otras cofradías, en una situación bien ajena al esplendor que alcanzó en época barroca» (Cfr. «Semana Santa en Palencia», Enrique Gómez y Rafael Martínez. Cálamo Ediciones, 1999).

Quiere eso decir que no se conservan muchas de las antiguas imágenes que salían en procesión. La cofradía conserva algunas imágenes antiguas: una de San Francisco de Asís, titular de la antigua cofradía y otra de la Quinta Angustia, ambas obras realizadas por Antonio de Amusco en 1609 y 1607 respectivamente.

La cofradía tuvo otros pasos según consta en la documentación: la Oración del Huerto, las imágenes necesarias para un Descendimiento y un paso representando El Triunfo de la Muerte. Además la cofradía conserva otras de arteprocedentes de la cofradía de San Juan Bautista, de las que cabe destacar el retablo de la capilla, obra del siglo XVIII y dos esculturas de San Juan Bautista, una del siglo XVII y la otra, de más interés artístico, realizada por Alejo de Vahía de entre 1490 y 1510.

Patrimonio actual

Son ocho los pasos con imágenes que pueden contemplarse durante la Semana Santa en las calles de Palencia, además de que pueden contemplarse expuestos en la Catedral de San Antolín, en los días de esa semana mayor, puesto que salen desde la Seo el día de Viernes Santo en la Procesión del Santo Entierro.

Santo Sepulcro

Es la talla titular de la cofradía, data de 1927 y tiene un gran realismo y una perfecta anatomía. Esta perfección se debe a que su autor, Ramón Núñez, era escultor y catedrático de medicina, con lo que conocía perfectamente la anatomía y estado de un cuerpo recientemente muerto. La talla representa a un Jesús muy sosegado sobre una tela colocada en el suelo, huyendo del típico patetismo castellano. Su rostro es muy fino y hermoso y su cuerpo es delgado. El cuerpo desnudo aparece cubierto por el paño del pudor cuyos extremos se funden con el sudario sobre el que reposa. Jesús se encuentra aún sin lavar lo que acentúa más la sensación de dolor aunque la sangre no sea excesivamente abundante. Desfila dentro de una detallada urna de estilo ecléctico-historicista conjugando sabiamente los estilos neogótico y neorrenacentista, realizada en madera de caoba americana, bronce y cristal que dispone de un medio rosetoncillo de cristales coreados en cada cara del sepulcro y está rematada en su punto alto con pequeños angeles orantes e imágenes de los 12 apóstoles, incluido Judas. A pesar de su abundante decoración no es un paso barroco pues los motivos góticos le confieren un aspecto más elegante que suntuoso. Es llevado en andas por doce hermanos.

La Quinta Angustia

La virgen más antigua de Palencia y talla más antigua de esta hermandad, data del año 1607. Fue tallada por Antonio de Amusco que esculpió el antiguo Santo Sepulcro y Borriquilla actualmente sustituidos, a imitación de la imagen de la Virgen de las Angustias que para la cofradía vallisoletana tallara Juan de Juni. En el año 2007 y coincidiendo con su seiscientos aniversario se estrenó una nueva carroza elaborada por los propios hermanos de la cofradía que se sumó a la restauración efectuada en el año 2006. Durante muchos años esta talla desfiló con siete puñales en el corazón y una cruz con el sudario tras ella pero dado que la otra virgen de esta cofradía también tiene siete cuchillos y tras ella va una cruz similar se decidió en la restauración retirarle estos atributos para eliminar ese parecido. Más tarde, cuando se vio que la imagen perdía importancia sin la cruz volvió a ser colocada en el año 2007. Esta talla es la imagen de una María rota por las contemplación del cuerpo muerto de Cristo en la Cruz (el quinto dolor o la quinta angustia de la devoción de los siete dolores de la Virgen), Antonio de Amusco materializó esa sensación de dolor tallando una imagen de María con un rostro relativamente sosegado que contrastaba con la fuerte inclinación de su cabeza así como con la posición de sus brazos contraste típico del primer período Barroco.

La Dolorosa

Escultura de estilo olotino de gran realismo y detalle tallada en 1906 por Vicente Espinet. Fue esculpida como «sustituta» de la anterior virgen que llegó a estar muy degradada. Esta imagen representa los Siete Dolores de la Virgen María como siete cuchillos clavados en su corazón, una de las devociones marianas más extendidas en la cristiandad (los Siete Dolores de María). Es de tonos azulados, claros en el reverso del vestido y oscuros en la parte externa, los bordes del velo y de las mangas están estampadas con flores doradas que hacen juego con los cuchillos y la corona así como con los detalles de la cruz desnuda negra que aporta más vistosidad a la imagen, esta cruz lleva un sudario de fina decoración que se cambia cada año y se alterna con el de la Quinta Angustia. Su cara es bella y joven y transmite un dolor contenido potenciado en su mirada dirigida al cielo.

Entrada de Jesús en Jerusalén

Conocida cariñosamente como ‘La Borriquilla’, fue esculpida por Víctor de los Ríos en 1956. Está compuesta por Jesús montado en la borriquilla bendiciendo al pueblo con aspecto triunfal. Su rostro es muy bello y refleja grandiosidad, característica típica en Víctor de los Ríos. Jesús va seguido por una samaritana con un niño de la mano, en conjunto forman un paso muy apreciado por los palentinos y especialmente por los niños. Como curiosidad también cabe destacar que Víctor de los Rios realizó una talla prácticamente idéntica (mismo número de figuras, misma disposición, mismos personajes representados, y salvo pequeñísimas diferencias, los mismos rostros y cuerpos) para la Semana Santa de Hellín.

El Calvario

Obra del salmantino Miguel Ángel Rojo, es un paso con una superficie de aproximadamente veinte metros cuadrados. Jesús aparece en el centro con los clavos en las muñecas y guarda un gran parecido con los cristos del Desenclavo y del Descendimiento. A su derecha Dimas, el buen ladrón aparece relativamente sosegado mientras que Gestas, a su izquierda tiene un rostro agresivo y un cuerpo retorcido. Las manos de ambos aparecen retorcidas de dolor aunque sean las muñecas las que están clavadas a la cruz además de estar sostenidas con cuerdas, los pies de los ladrones no están clavados al centro del madero sino a los cantos por los tendones de Aquiles lo que le otorga un gran dramatismo. Va situado sobre una carroza de madera rectangular de esquinas truncadas con los emblemas del sexto centenario y los evangelistas tallados en ella.

Cristo del Perdón

Talla realizada en el año 2003 por Miguel Ángel Rojo. Representa el momento inmediatamente anterior a la Muerte de Jesús, aún no tiene la lanzada pero su rostro elevado al cielo plasma el momento en que el Crucificado solicita al Padre el perdón de los humanos. Tiene la particularidad de tener agujereadas las muñecas en lugar de las manos, su rostro aparece cansado y su gran tamaño, corpulencia y expresividad le confieren un aspecto majestuoso.


Cristo del Descendimiento

Grupo escultórico de gran tamaño compuesto por cinco figuras: Jesús que aparece sin los clavos pero amarrado aún a la cruz con el sudario y dos hombres detrás de la cruz que subidos en sendas escaleras agarran el sudario y bajan a Jesús. En la parte baja se encuentran María con un rostro muy doloroso y con los brazos extendidos como queriendo abrazar a su hijo y un poco más cerca de Jesús aparece San Juan sujetándole con una mano la pierna y con la otra esperando la bajada de su brazo para agarrarlo. El paso tiene una curiosidad y es que su carroza de madera con los bajos de tela de terciopelo rojo dispone de un elevador que cuando desfila eleva la imagen con un sistema hidráulico para mejorar su visibilidad. Fue tallado en el año 2002 por Miguel Ángel Rojo.

Cristo del Desenclavo

Miguel Ángel Rojo realizó esta figura articulada en el año 2003 destinada a recuperar la ‘Función del Descendimiento’ que con seguridad había realizado la Cofradía en el siglo XVI. La Cofradía decidió recuperar este especial momento de la Semana Santa y encargó la obra al autor salmantino.

Imágenes de San Juan Bautista en la cofradía

San Juan Bautista de Alejo de Vahía

Procedente de la Cofradía de San Juan Bautista se conserva esta escultura atribuida a Alejo de Vahía (? – circa Becerril de Campos 1515) fue un escultor gótico de probable origen nórdico).
Representa a San Juan con los atributos del Bautista y es claramente similar a otras obras del autor. Imagen que representa al precursor del Señor de pie, vestido con una túnica de piel de camello ceñida por un cinturón de cuero y cubierto por un manto rojo, porta en su mano izquierda un libro abierto sobre el cual figura el simbólico Cordero de Dios, con el dedo índice de la mano derecha señala al Cordero, expresando la misión de anuncio de la llegada del Salvador y señalarlo presente ya entre los hombres.
La imagen tiene características propias del estilo del escultor, con su característica manera de componer las figuras, como si se hubiesen utilizado unos esquemas geométricos básicos, de ahí el gran parecido con el resto de sus esculturas. La actitud muestra un envaramiento característico, a lo que contribuyen la delimitación de los volúmenes mediante agudos bordes lineales que dan una dureza especial al conjunto. Sin embargo, esta dureza queda contrarrestada en una buena parte por los vuelos curvos de los bordes del manto, por la misma afectación delicada de la postura y sobre todo por el convencionalismo de la expresión, que, presenta su peculiar mueca graciosa, la anatomía está esquematizada, las figura tiene la cadera alta, el muslo corto en relación con la pierna, al menos en apariencia, y la tibia muy proyectada hacia delante en un agudo vértice, rostro oval, alargado y fino, las cejas forman un arco de circunferencia continuo, desde las sienes hasta la nariz, ojos abultados y un poco caídos hacia los lados, la nariz afilada y un poco redondeada en la punta, y la boca se estira adaptándose a una línea recta que queda interrumpida por dos pequeños pliegues verticales en las comisuras, cabello partido al centro con dos grandes ondas salientes a la altura de las orejas y, a partir de ellas, dividido en mechones que se entrelazan formando curvas, en el centro de la frente dos pequeños rizos simétricos. También es muy característico el tratamiento que hace de la barba: partiendo de las comisuras de la boca, dibuja unas ondas simétricas que dejan un vacío debajo del labio inferior en forma de copa.
La alta peana sobre la que se asienta la imagen de características góticas, presenta una fina
decoración arquitectónica y un ancho friso tallado en relieve con pámpanos de vid y racimos de uvas, en. referencia simbólica a la unión de Cristo y los creyentes- La imagen está bellamente dorada, estofada y policromada, conservando su policromía original.

San Juan Bautista

Escultura de autor desconocido fechada en el siglo XVII, imagen central del retablo de la antigua ermita de San Juan Bautista que se conserva en la actual capilla de la Cofradía.
Se trata de una imagen de tamaño inferior al natural, representa al precursor de Cristo de pie con la pierna izquierda ligeramente adelantada para dotar a la imagen de mayor movimiento, vestido con la característica túnica corta de piel de camello y ceñida con cinturón de cuero, porta un manto rojo que cuelga desde el hombro izquierdo, en referencia a su martirio por Herodes Antipas, el brazo izquierdo elevado sostiene una vara rematada por una cruz mientras que el izquierdo señala la imagen del corderillo que aparece a los pies, que representa al Cordero de Dios (Cristo inmolado por la salvación de los hombres).

Como basamento una escueta peana policromada imitando jaspe y adornada con pequeñas cabezas de querubines alados realizadas en bronce.
La imagen se adorna con una diadema de plata cincelada con adornos de flores y rocallas de la que parten rayos rectos y curvos alternantes, pieza barroca de la misma época de la imagen.
La imagen conserva la policromía original, así como las labores de dorado y estofado. Su autoría anónima corresponde sin duda a alguno de los talleres de escultores de la zona de
Campos, deudores del estilo de los grandes maestros castellanos del foco vallisoletano de los siglos XVII y XVIII.

Relicario de San Juan Bautista

Se trata de un relicario de bronce dorado estilo ostensorio, basamento circular adornado con un relieve de hojas de vid, la parte del ostensorio figuran dos ángeles portando palmas en alusión al martirio del Bautista, flanqueando la teca ovalada que muestra la reliquia tras el cristal, probablemente una falange o un metacarpiano del esqueleto del Santo. El relicario remata en una cruz. Probable obra de finales del siglo XIX o principios del siglo XX de carácter seriado.

San Francisco

Este San Francisco de Asís de Antonio de Amusco realizado en 1609 suponía la imagen titular de la antigua Cofradía del mismo nombre y es herencia hoy de la Cofradía del Santo Sepulcro.

Vitrinas

Con la ampliación del actual Palacio de la Cofradía se ubicaron en la nueva zona diferentes vitrinas para ordenar y exponer pequeños elementos patrimoniales que conserva la Cofradía y que son viva voz de su historia. El antiguo Libro de Reglas de la Cofradía de San Francisco, Misales, diferentes varas de las diferentes hermandades, limosneros, casullas del siglo XIX, hábitos antiguos, la campana de la antigua capilla, … son algunos de los pequeños tesoros que alberga el Palacio de la Cofradía.

Capilla y Palacio

“… un palacio que la dicha cofradía de Señor San Juan tiene para la congregación y ayuntamiento de los Cofrades de ella; el cual dicho palacio está en la calle de Don Pedro, al final de la dicha calle, que hace esquina con la puerta nueva que llaman de San Juan que sale al campo … el cual dicho palacio tiene dentro de él una cocina y un corral con una parra y una higuera. Hace el dicho palacio 247 varas cuadradas en largo y ancho”. Archivo de la Cofradía del Santo Sepulcro. Apeo de 1593.