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Festividad de San Juan

Por 16 junio, 2021Noticias

Nuestro Santo Patrón

Benedictus, o Canto de Zacarías cuando recobra el habla tras el nacimiento de su hijo Juan.

«Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su Pueblo, y nos ha dado un poderoso Salvador en la casa de David, su servidor, como lo había anunciado mucho tiempo antes por boca de sus santos profetas, para salvarnos de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos odian.

Así tuvo misericordia de nuestros padres y se acordó de su santa Alianza, del juramento que hizo a nuestro padre Abraham de concedernos que, libres de temor, arrancados de las manos de nuestros enemigos, lo sirvamos en santidad y justicia bajo su mirada, durante toda nuestra vida.

Y tú, niño, serás llamado Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor preparando sus caminos, para hacer conocer a su Pueblo la salvación mediante el perdón de los pecados; gracias a la misericordiosa ternura de nuestro Dios, que nos traerá del cielo la visita del Sol naciente, para iluminar a los que están en las tinieblas y en la sombra de la muerte, y guiar nuestros pasos por el camino de la paz».

Haciendo historia

La cofradía actual resulta del fruto de fusiones y hermanamientos durante estos seis siglos de vida de otras varias cofradías siempre bajo el manto arropador de la Cofradía de Nuestro Señor San Francisco que, en la ciudad de Palencia, data del año 1407 según está registrado en los antiguos ‘libros de acuerdos’ que, como tesoro histórico que son, se conservan en el archivo de la cofradía.

En el año 1913 se produce la última de las fusiones con la entonces cofradía de San Juan, tomándose el nombre actual de Cofradía del Santo Sepulcro, Archicofradía de las Cincos Llagas de San Francisco y Cofradía de San Juan Bautista.

La Cofradía de San Juan Bautista era de carácter no penitencial, pero sin embargo se dio la circunstancia que por su fuerte vinculación al templo de San Francisco, a finales del siglo XIX la mayoría de cofrades pertenecían a las dos hermandades, lo cual sirvió de acicate para su unión definitiva y el posterior traslado de todos los enseres de la antigua Cofradía de San Francisco a la Ermita de San Juan en 1921.

De la herencia de San Juan se traspasó, además de la mencionada Ermita, el Palacio (en el mismo suelo sobre el que hoy se asientan Capilla y locales de la hermandad) y la veneración a San Juan, por otra parte, copatrono de la ciudad de Palencia, junto a San Antolín y Nuestra Señora de la Calle, de quien se mantiene viva la tradición de su procesión en “los días de San Juan de junio” y la entrega de tomillo bendecido a los palentinos.